El sector forestal privado ha contribuido a recuperar más de 2 millones de hectáreas de tierras erosionadas en el país, mediante el establecimiento de bosques plantados, ya que uno de sus principales aportes al medio ambiente es proteger el suelo de la erosión o desertificación al estabilizar terrenos cercanos a cursos y fuentes de agua.
El 92% de los bosques de Pino radiata que existen en el país se ha plantado en suelos que presentaban algún grado de erosión. En las regiones del Biobío, de La Araucanía, de Los Ríos y Los Lagos, las empresas forestales han plantado en zonas que hace 40 años fueron clasificadas como las más erosionadas del país y que hoy están plenamente productivas.
Asimismo, los árboles son el principal purificador de aire del planeta mediante el proceso de fotosíntesis, que libera oxígeno al ambiente y captura carbono , mitigando el efecto invernadero y el calentamiento global. En Chile, las plantaciones de pino capturan anualmente un total cercano a las 13,5 millones de toneladas de Carbono, contrarrestando el 25% de las emisiones que efectúa el país.
En otro ámbito, la madera que se obtiene de estas plantaciones reemplaza el uso de otras materias primas no renovables con un requerimiento energético mucho menor, ya que la energía que se utiliza para elaborar productos de madera es inferior que la empleada para sustitutos como el acero o el aluminio. Además, la madera es carbono neutral, ya que la cantidad de carbono que emite un árbol cuando se degrada es la misma que capturó durante su crecimiento.
El compromiso de las empresas forestales con el medio ambiente y la gestión de la biodiversidad se ve reflejada en iniciativas como la creación y mantención de parques privados, senderos interpretativos, viveros educacionales, áreas de observación de flora y fauna silvestre, áreas de alto valor y programas de recuperación de especies, entre otras.
Asimismo, los árboles son el principal purificador de aire del planeta mediante el proceso de fotosíntesis, que libera oxígeno al ambiente y captura carbono , mitigando el efecto invernadero y el calentamiento global. En Chile, las plantaciones de pino capturan anualmente un total cercano a las 13,5 millones de toneladas de Carbono, contrarrestando el 25% de las emisiones que efectúa el país.
En otro ámbito, la madera que se obtiene de estas plantaciones reemplaza el uso de otras materias primas no renovables con un requerimiento energético mucho menor, ya que la energía que se utiliza para elaborar productos de madera es inferior que la empleada para sustitutos como el acero o el aluminio. Además, la madera es carbono neutral, ya que la cantidad de carbono que emite un árbol cuando se degrada es la misma que capturó durante su crecimiento.
El compromiso de las empresas forestales con el medio ambiente y la gestión de la biodiversidad se ve reflejada en iniciativas como la creación y mantención de parques privados, senderos interpretativos, viveros educacionales, áreas de observación de flora y fauna silvestre, áreas de alto valor y programas de recuperación de especies, entre otras.
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